Muchas personas quieren lograr grandes cosas, hacen planes y tienen muy bonitas metas que alcanzar pero la verdad es que muy pocas personas logran cumplir sus sueños o propósitos.
La razón por la cual muy pocos tienen la posibilidad de tener una vida de éxito es que nadie nos entreno o nos preparo para que lo consiguiéramos.
Nosotros como padres simplemente cumplimos con nuestra tarea de darles todo lo necesario, creemos que con no hacerles faltar nada ya hemos cumplido con nuestra labor de padre.
Ser un verdadero padre es mucho mas que tan solo proveer de amor o de cosas materiales, ser un verdadero padre es ser un entrenador y formador de personas triunfadoras.
Como formar Triunfadores.
1. Haciendo que luchen por lo que Quieren. V 14-15 “Y los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué nos has dado por heredad una sola suerte y una sola parte, siendo nosotros un pueblo tan grande, y que Jehová nos ha bendecido hasta ahora? Y Josué les respondió: Si sois pueblo tan grande, subid al bosque, y haceos desmontes allí en la tierra de los ferezeos y de los refaítas, ya que el monte de Efraín es estrecho para vosotros.” El facilismo nos lleva a la mediocridad, muchos padres no quieren que sus hijos sufran como ellos sufrieron destinándolos al fracaso.
2. Estimulándolos y Recalcándoles sus Cualidades. V 17 “Entonces Josué respondió a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes grande poder; no tendrás una sola parte,” nuestras palabras tienen el poder de influenciar para lo bueno o para lo malo. Si uno de tus hijos comete un error de tus palabras depende que lo supere o que se frustre para toda la vida.
3. No quitándoles sus Responsabilidades. V 18 a “sino que aquel monte será tuyo; pues aunque es bosque, tú lo desmontarás y lo poseerás hasta sus límites más lejanos;” las personas que no tienen nada por lo cual responder tienden al fracaso.
4. Cambiándole los problemas por Retos que alcanzar. V 18 b “porque tú arrojarás al cananeo, aunque tenga carros herrados, y aunque sea fuerte” los problemas pueden ser estorbos para lograr un propósito u obstáculos que debemos superar.
5. Entrenándolos para sus Guerras. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra” no le hagas las cosas a tus hijos enséñales cómo hacerlas.
6. No aceptando excusas. Jeremías 1: 7 “Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande” cada vez que les aceptamos sus excusas los acostumbramos a la vida fácil y los candemos a una vida sin lucha.
7. Ofreciéndoles acompañamiento. Jeremías 1: 8 “No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová” Jehová de los ejércitos no nos promete que nos impedirá pasar por el fuego o por el agua, el nos promete que estará con nosotros para salir bien librados. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”
Nuestra labor de padres no es hacerles las cosas a nuestros hijos nuestra labor es hacerles sentir que pueden contar con nuestra ayuda de manera incondicional.
8. Proveyéndoles los medios para luchar. Jeremías 1: 9 “Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.”
Nuestro trabajo como padres de familia no es darles todo gusto a nuestros hijos, tratar de impedirles el sufrimiento, o hacerles realidad sus sueños, nuestro trabajo es formarlos, como guerreros, darles las herramientas necesarias para que puedan conquistar sus sueños.
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